UNA MAÑANA RADIANTE
de James Frey
Con el apadrinamiento de Irvine Welsh, "Una Mañana Radiante" se presenta como un portento de narrativa rápida y eficaz y, además, como la novela definitiva sobre las ciudad de Los Ángeles. Partiendo del hecho incontestable de que para novelas definitivas de ciudades ya está "La Ciudad de los Prodigios", la obra de Frey es ciertamente ágil y entretenida, aunque en mi opinión no llega a alcanzar a su modelo fundamental: Bret Easton Ellis.
La novela usa hechos históricos y estadísticos sobre Los Ángeles para amalgamar varias historias: una pareja joven que huye del infierno de un pueblucho de la América profunda y llega a L.A. buscando fortuna; una vagabundo borracho que intenta proteger a una muchacha perdida; una hija de inmigrantes mexicanos con problemas de sobrepeso que sirve en la casa de una arpía de clase alta; y una estrella de cine que oculta su homosexualidad tras la fachada de una familia feliz, pero que es incapaz de doblegar sus deseos (aquí es donde más se le ve el plumero a Frey como émulo de B.E.E.).
Al final creo que se queda en una novela poco exigente para el lector, que se devora en una abrir y cerrar de ojos, y que no deja mal sabor de boca. Fastfood, que -y se agradece- tampoco pretende pasar por otra cosa.
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