lunes, 4 de febrero de 2013

El Secreto de Boca Verde

EL SECRETO DE BOCA VERDE
de A. M. Caliani

Gracias a que uno tiene amigos influyentes en los más selectos círculos literarios (los del terror y la sci-fi en general, y los de los escritores que son buena gente, en particular), llegó a mis manos -despachada amablemente por su autor- la novela "El Secreto de Boca Verde", opera prima de A. M. Caliani, y que comencé a leer sin más información que una muy buena recomendación y una prometedora contraportada, pero que ha colmado -y en exceso- mis expectativas.

Todos los que se quejan -nos quejamos- de que ya no se hacen buenas películas de aventuras (posiblemente, porque tampoco se escriben buenas novelas de aventuras) deberían tener muy presente "El Secreto de Boca Verde", en la medida en que Caliani demuestra sobradas dotes para la administración de descargas de adrenalina, que condimenta con explosiones de humor sabiamente ubicadas y -spoiler alert- un desenlace que no tiene ningún reparo en dejarse llevar por los elementos sobrenaturales que se apuntan desde el inicio de la obra (y hasta aquí podemos leer). Todo ello, sin perjuicio de un conocimiento enciclopédico de la vida en la selva amazónica y del funcionamiento de los más específicos equipos militares (desde armas hasta vehículos, pasando por cacharros de telecomunicaciones), que le hacen a uno pensar que el autor es boina verde con pseudónimo o -lo que parece más probable- un tipo realmente concienzudo a la hora de documentar sus ficciones. Poco se puede hablar de la trama sin reventar al lector la emoción de acompañar a David Beltrán y sus compañeros a lo largo de un viaje que es en realidad un rosario de traiciones y descubrimientos: desde España y París hasta las selvas de Brasil y Perú, con aliados de inquebrantable lealtad y algún que otro bastardo con chorreras (y sin ellas). Se puede decir, eso sí, que "El Secreto de Boca Verde" es un constante más difícil todavía, que va subiendo el listón de la acción desde las profundidades de la historia documentada y apócrifa hasta las galaxias más lejanas, y que no defraudará a los amantes de la aventura en estado puro.

Lo mejor, por supuesto, es que resulta inevitable percibir que la obra de Caliani puede (debe) ser el inicio de muchas más peripecias -¡qué término tan necesario cuando habla uno de letra impresa!-, y que los personajes de la obra aún tienen muchos líos en los que meterse para salir después triunfantes cuando todo parecía imposible e insalvable, muchos misterios que investigar hasta sus últimas consecuencias, y muchas páginas para hacernos disfrutar.

La Fiesta del Asno

LA FIESTA DEL ASNO
de Juan Francisco Ferré

Recién concedido el Herralde a Ferré me topo en un mercadillo con "La Fiesta del Asno" de la extinta Ediciones DVD a un precio de derribo. Y eso que era un mercadillo moderniquis -el primer Flea Market de los Modernícolas- y que llegué ya casi cuando estaban cerrando: es decir, fue cosa de la divina providencia que acabara en mis manos, postergando a otro momento la lectura de la galardonada "Karnaval". (Dado que este blog tiene por uso principal servir de registro de lecturas subjetivo, no sobra la inclusión de este tipo de episodios de índole personalísima).

El caso, en fin, es que -más allá de la calidad del autor, que no precisa de ningún reclamo mediático- "La Fiesta del Asno" promete desde su introducción, que presenta la obra como la publicación de un manuscrito, muchos años después de su redacción, en un mundo en el que China es la superpotencia tantas veces auspiciada por los expertos económicos, a modo de estudio científico sobre la vida y costumbres políticas y sociales de alto potencial revolucionario, cuya publicación es autorizada únicamente por encontrarse escrito en una lengua extinta o en vías de. El manuscrito de marras no es otra cosa que el testamento vital de Gorka K., militante de la banda terrorista ETA, y la excusa para que Ferré meta en su cocktelera alucinatoria todos los mitos -tanto ibéricos como euskaldunes- sobre la lucha armada del pueblo vasco. Un texto que destila a dosis iguales mala baba y valentía desmitificadora, pero que resulta tan irreverente que no dudo logrará su -aparente- objetivo de desagradar en la misma medida a los simpatizantes de la autodeterminación y a los ultras de la unidad indisoluble de la patria. El relato periodístico, casi policiaco, se mezcla con visiones oníricas tendentes al exceso; la soflama política con las consignas publiciatarias televisivas (en el fondo, la primera es una subespecie de las segundas); y la sexualidad desbocada de Gorka K. lo impregna todo de chorretones de semen que contrastan con la sangre de las victimas de uno y otro bando.

El estilo de Ferré es -desde luego- muy personal, hasta el punto que hay páginas que me remitían claramente a la locura cinéfila de "Providence" sin posibilidad de buscar otros referentes claros, y puede que no sea del gusto del común de los lectores, pero desde luego que es una apuesta segura, y hace que esté deseando echarle el guante a "Karnaval" para asistir a otra exhibición de salvajadas alucinantes.