jueves, 11 de marzo de 2010

El Aumento

EL AUMENTO
de Georges Perec

Bajo el título "El Aumento, seguido de El arte de abordar a su jefe para pedirle un aumento" la editorial Uña Rota nos regala con dos obras breves de Perec, prácticamente olvidadas o escondidas entre su dispersa bibliografía, que responden a distintos planteamientos elaborados sobre el mismo esquema; y nunca mejor dicho lo del esquema.

Ambas obras tienen como punto de partida un diagrama de flujos en el que se exponen las distintas alternativas que presenta a un empleado (el lector) la tarea de pedir un aumento a su jefe: ¿está o no está en su despacho?; en caso de estar ¿le atiende cuando Vd. llama o no? y así sucesivamente, y casi hasta el infinito, con variantes que dependen del menú de la cafetería, del día de la semana y de la salud de la familia del jefe, entre otros muchos extremos. La primera parte, "El Aumento", organiza las distintas premisas de la acción de forma numérica (1. El dilema; 2.- Las opciones; 3.- La alternativa positiva; 4.- La alternativa negativa...), y comienza a desarrollar el diagrama al principio por un order rigurose de premisas (1, 2, 3, 4, 5, 6) y después mezclando unas con otras (1, 2, ,3, 3, 6). La segunda parte "El Arte..." es un texto sin comas ni puntos en el que se despliegan una detrás de otra todas las alternativas que permite el diagrama, en un hilo narrativo que vuelve sobre sus propios pasos y se enreda de forma casi interminable. Una locura en el que pequeñas variaciones en la descripción de alternativas en principio idénticas pero que se van enriqueciéndose con matices y diferencias en la reiteración de las posibilidades.

Además de la genialidad formal de ambas piezas, la edición se completa con notas lo suficientemente detalladas para resultar valiosas, pero no tan extensas como para aburrir, sobre las andanzas de Perec y del Oullipo. Ojalá se publicara alguna obra oculta y desconocida de Perec como esta cada año.

viernes, 5 de marzo de 2010

El Poder del Perro

EL PODER DEL PERRO
de Don Winslow

Supongamos que abrir una novela es establecer un pacto con su autor en virtud del cual aceptamos someternos al engaño de su ficción. A partir de dicha suposición, nos podemos encontrar con mentiras elegantes, hábilmente introducidas para formar la trama de una historia, o con guarreo trapero a traición, como es el caso de "El Poder del Perro", en la que Don Winslow da rienda suelta a un arsenal de recursos para enganar al lector como a un chino: para timarle, estafarle y reirse en su cara. Y al final, claro, el lector (al menos en mi caso) encantado de tanta acción trepidante y golpe de efecto.

Los requiebros de la trama que plantea "El Poder del Perro" orbitan en torno a Art Keller, un agente de la DEA destacado en México al que -desde los 70 hasta prácticamente nuestros días- le toca lidiar con las guerras sucias y secretas que los EE.UU. promovieron en sudamérica (contras e influencias políticas mediante), las cuales descubrirá al tiempo que persigue a los patrones del tráfico de drogas a escala comercial a través de la frontera. Un chico de barrio -inmigrante irlandés- metido a matón por las circunstancias, una prostituta de lujo muy bien relacionada y enamoradiza, y un sacerdote próximo a la teología de la liberación completan el plantel de personajes principales, que se enriquece con decenas de secundarios para tejer un vertiginoso entramado de traiciones y venganzas.

Engancha como el crack, y aunque -como decía la principio- en ocasiones las tretas a las que recurre el autor para pisar el acelerador de la trama resultan algo deshonestas, todo se le perdona con tal de poder pasar la página y seguir leyendo.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Los Caminantes

LOS CAMINANTES
de Carlos Sisi

La literatura de terror es, al menos en mi opinión, una literatura de género cuyo disfrute está sometido a unas reglas distintas a las que aplicamos al resto de la literatura. Las novelas de zombies, en concreto, son un subgénero más específico si cabe, en el que esas reglas se deben aplicar con mucho más rigor. Al final estamos hablando de una persona o un grupo de personas, y un montón de muertos vivientes; la cosa admite muy pocas variaciones, pero infinidad de matices, y es ahí donde brilla la calidad.

Carlos Sisí ha escrito, partiendo de las premisas anteriores, una novela condenadamente buena. Como mañagueño de adopción que soy, me atrevo a afirmar que "Los Caminantes" es la novela que a muchos nos hubiera gustado escribir y que -desde luego- nos ha encantado leer. Una de esas pocas reglas del subgénero zombie tiene que ser forzosamente que el advenimiento de los muertos acaezca en una localización real. Y si Manuel Loureiro fue el genial pionero (al menos, en cuanto a momento de edición) de los zombies patrios, al final uno no tarda en llegar a la conclusión de que Pontevedra -a estos efectos- es lo que podría ser Washington o N.Y., un lugar ajeno. La historia es igualmente disfrutable ("Los Caminantes" está enganchando a mucha gente que no conoce Málaga), pero sin duda que no es lo mismo cuando las hordas de muertos vivientes campan por las calles en las que el lector ha vivido (y aquí me permito una pequeña disgresión/spoiler: es imperdonable, aunque subsanable en la anunciada segunda parte de la obra, que la emblemática calle Larios no tenga sus -como poco- dos párrafos de psicosis putrefacta).

Atendiendo al resto de reglas del género, en "Los Caminantes" encontramos a un montón de personas corrientes que, enfrentadas al hecho de que los muertos vuelven de sus tumbas, se plantean, por un lado, la necesidad de sobrevivir, pero, por otro lado, y al mismo tiempo, se cuestionan de alguna manera los pilares básicos de la sociedad moderna. Eso es lo que busco yo en una novela de zombies, y eso es lo que tiene "Los Caminantes", lo que determina su perfecto ajuste a sus convenciones genéricas. Pero la obra también tiene algunos hallazgos brillantes, que amplían las reiteradas reglas de las historias sobre zombies, y aquí es donde destaca el perturbador personaje del padre Isidro, tan desconcertante como inesperado en el desarrollo de la trama.

En fin, que la novela -eficaz, honesta y tan malagueña como universal- merece el éxito que está cosechando entre los fans del género.

martes, 2 de marzo de 2010

Una Novelita Lumpen

UNA NOVELITA LUMPEN
de Roberto Bolaño

Dado el carácter finito de la producción literaria de cualquier autor difunto, resulta sabio dosificar el consumo de dicha producción. Me explico: apurado el catálogo post-mortem de ediciones de material nuevo de la obra de Bolaño, de forma consciente he mantenido en la reserva las reediciones de "Una Novelita Lumpen" y "La Pista de Hielo", que durante mucho tiempo han permanecido bajo un cristal que exigía "Abrir en caso de emergencia", para prolongar el vínculo con un escritor que me ha proporcionado tantas horas de disfrute lector. Ahora que se añade "El Tercer Reich" a la ecuación, me he dado el gusto de descorchar "Una Novelita Lumpen".

Como era previsible, he disfrutado hasta la última página. No es el mejor Bolaño, es breve, engañosamente sencillo, y carece de conexiones con el universo metaliterario de Belano & Lima, pero sin duda resulta otra muestra clara de la maestría de su autor. Tiene mucho de caída, de inmersión en las tinieblas, de desesperación sedada ante lo inevitable. Y todo ello descansa sobre las espaldas de apenas cinco personajes: cada uno ciego a su manera, aunque uno de ellos podrá recuperar la visión tras vagar a tientas por la oscuridad.

No sé si habrá más inéditos ocultos que se puedan seguir añadiendo a la ecuación de los lectores de Bolaño. Entre tanto, tendré que aferrarme al placer retrospectivo de una buena melopea con un buen vino, y reservar las dos botellas que me quedan para una buena ocasión (o para una emergencia).

lunes, 1 de marzo de 2010

Una Mañana Radiante

UNA MAÑANA RADIANTE
de James Frey

Con el apadrinamiento de Irvine Welsh, "Una Mañana Radiante" se presenta como un portento de narrativa rápida y eficaz y, además, como la novela definitiva sobre las ciudad de Los Ángeles. Partiendo del hecho incontestable de que para novelas definitivas de ciudades ya está "La Ciudad de los Prodigios", la obra de Frey es ciertamente ágil y entretenida, aunque en mi opinión no llega a alcanzar a su modelo fundamental: Bret Easton Ellis.

La novela usa hechos históricos y estadísticos sobre Los Ángeles para amalgamar varias historias: una pareja joven que huye del infierno de un pueblucho de la América profunda y llega a L.A. buscando fortuna; una vagabundo borracho que intenta proteger a una muchacha perdida; una hija de inmigrantes mexicanos con problemas de sobrepeso que sirve en la casa de una arpía de clase alta; y una estrella de cine que oculta su homosexualidad tras la fachada de una familia feliz, pero que es incapaz de doblegar sus deseos (aquí es donde más se le ve el plumero a Frey como émulo de B.E.E.).

Al final creo que se queda en una novela poco exigente para el lector, que se devora en una abrir y cerrar de ojos, y que no deja mal sabor de boca. Fastfood, que -y se agradece- tampoco pretende pasar por otra cosa.

Las Benévolas

LAS BENÉVOLAS
de Jonathan Littell

Sin entrar en las polémicas políticas e ideológicas suscitadas por la obra, y dejando al margen su mayor o menor verosimilitud histórica, hay que reconocerle a "Las Benévolas" el mérito de que, a pesar de ser un tocho de cerca de mil páginas, no aburre (mucho), y tiene momentos de absoluta lucidez narrativa.

Littell da voz a Max Aue, un oficial homosexual de las SS que presenció algunos de los momentos más relevantes de la Segunda Guerra Mundial, los cuales revive en forma de memorias. Aue se inserta entre acontecimientos y personajes reales, y nos introduce en el horror total de la guerra que, en fin, es el horror de la misma condición humana: la muerte intitucionalizada; el exterminio como objeto burocrático; la búsqueda de la eficiencia en la masacre. La violencia juega un papel fundamental en la obra, que se apoya más en su descripción aséptica y alejada de cualquier emoción que en la casquería gratuita (aunque los espíritus sensibles se sentirán sin duda asqueados por la frialdad con la que el protagonista se enfrenta a las carnicerías). Además del ascenso militar de Aue en el escenario de la Europa bélica, la trama se enriquece con los malsanos secretos del pasado del protagonista, que cobran vida y le persiguen con celo creciente.

No sé si merece ser calificada -como pretenden algunos- de obra maestra, pero sin duda alguna es muy disfrutable, aunque en este caso el disfrute signifique que le restriguen a uno por la cara toda la podredumbre y la miseria de uno de los más oscuros episodios de nuestra historia reciente.

Inicio

Dada la alta volatilidad de inventos como el facebook, y el hecho de que livejournal se encuentra en franca decadencia, he decidido continuar registrando mis consumos literarios, cinematográficos y musicales, además de las paranoias varias que se crucen en mi camino, en este nuevo rincón.

No obstante, y mientras el cuerpo aguante, ahí queda: http://clorato.livejournal.com/

Bienvenidos.