miércoles, 2 de enero de 2013

Libertad

LIBERTAD
de Jonathan Franzen

Precedida por las declaraciones incendiarias de su autor en contra de la literatura en formato digital (muy posiblemente, para cultivar su pose de guardian de la tradición), "Libertad" es el regreso de la novela total entendida como tocho imporante sobre la vida, el universo y todo lo demás, al más puro estilo decimonónico (en mi opinión, más un mérito que un defecto, le pese a quien le pese), que demuestra la supremacía narrativa de Franzen.

Aunque la protagoniza una familia distinta, "Libertad" continúa con la exploración casi científica de la clase media (media-alta, podriamos decir) norteamericana que emprendiera "Las Correcciones", concentrándose en los sucesos de la última década. Asistimos, pues al crecimiento económico desmedido en los años de la administración Bush, pero también a la podredumbre moral que se genera a la sombra del éxito político, a la pérdida de la ilusión que impone la constatación de la realidad y a la frustración que implica la idea misma de libertad ilimitada impresa en el código genético estadounidense.

Desde la perspectiva política es una novela tan valiente como incómoda, que denuncia el negocio de la guerra de Irak y aboga por la ecología radical. En lo literario, Franzen vuelve a mostrar su habilidad para introducir temas irrenunciables de la novela (la dificultad de las relaciones personales, amorosas y/o familiares) en un marco temporal perfectamente definido e identificable, por su proximidad, para el lector, y que pone al día la respuesta de la literatura a dichas cuestiones. Podrá decirse que "Libertad" aporta muy poco respecto a "Las Correcciones", en tanto que se limita a actualizar el discurso psicológico que pregona el autor a través de sus personajes, pero ójala podamos contar con una nueva novela de Franzen cada 15 ó 20 años para constatar que aún queda al menos un gran narrador capaz de explicar con palabras lo que somos.

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