de Vicente Luis Mora
Hay que decirlo: la ilustración de la portada -un pegote pseudo-manga- no hace justicia en absoluto a esta novela breve, que podría pasar por el penúltimo producto mercadotécnico para adolescentes, y que -en realidad- esconde una novela que se sirve de muy diversos trucos y meta-trucos para contar una historia muy bien trabada, destrabada y vuelta a trabar en forma de distintas publicaciones y fuentes de texto.
Consideremos que la novela epistolar está tan muertas como la misma correspondencia postal. El equivalente a esa difunta novela epistolar en nuestra actualidad fragmentada de textos breves en revistas, blogs y chats, tiene que ser algo muy parecido a los desvelos de la agente de policía Alba Cromm que nos ofrece Vicente Luis Mora. La novela es, en realidad, un número especial de la revista Upman (¿o es justo alrevés?), que compila material de diversas fuentes (el blog personal de Alba Cromm, entrevistas con partes interesadas en la trama, fragmentos de conversaciones en chats), mezclando el periodismo de sucesos con la confesión anónima, el voayeurismo on line con la publicidad tendenciosa; todo ello para presentarnos las evidencias forenses de una investigación criminal al tiempo que se realiza un borroso retrato robot de la investigadora principal.
Podrá alegarse que su trama resulta un tanto simple (que no lo es), pero lo que es innegable es que las formas de Alba Cromm actualizan la novela -y, en concreto, el tradicional género policiaco- a los usos y costumbres de nuestros días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario